16/05/2022
Todo listo en el lado marroquí del paso fronterizo del Tarajal para su reapertura este lunes a medianoche después de dos años cerrado por la pandemia y la crisis diplomática entre Madrid y Rabat. La reapertura coincide con el aniversario de la entrada a Ceuta por esa frontera de 10.000 migrantes ante la pasividad de las autoridades marroquíes.
En pocas horas España y Marruecos reabrirán sus fronteras terrestres, justo el mismo día que hace un año se vivía la mayor crisis migratoria de la historia entre ambos vecinos: más de 12.000 personas -muchas de ellas, menores- entraron en Ceuta en un episodio que sonó a represalia por la acogida en un hospital de Logroño del líder de Frente Polisario Brahim Gali.
Nada hicieron las fuerzas de seguridad marroquíes por impedir esa gran avalancha de inmigrantes en una población de apenas 85.000 habitantes. Fue “el momento más difícil” de la historia reciente de la ciudad autónoma, como lo resumía este fin de semana su presidente, Juan Jesús Vivas, en una entrevista con Efe, en la que aseguraba que los ciudadanos percibieron desde el primer momento que se trataba de “un intento de desestabilizar Ceuta como medio para presionar aEspaña y, por ende, a Europa”.
Casi tres meses después, España comenzó a repatriar a los menores no acompañados que permanecen en Ceuta, una medida criticada por las ONG, algunos partidos, el propio Defensor del Pueblo y la Fiscalía y que finalmente llegó a los tribunales.
Así, el 16 de agosto un juzgado de Ceuta ordenó suspender la repatriación de nueve menores, mientras el Ministerio del Interior defendía que las devoluciones se estaban llevando a cabo de forma legal y primando el interés del menor.
Vivas se puso del lado de Interior, pero no así algunos miembros del Gobierno de coalición,como la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que llegó a enviar a Marlaska una carta pidiéndole la suspensión de las repatriaciones.
El asunto llegó a la Audiencia Nacional, que el 18 de agosto rechazó suspender las devoluciones de menores porque entendía que con ellas no se estaban violando derechos.