14/07/2022
El Plan de autonomía para el Sáhara: Constitución, autonomía y hecho diferencial
Primera. – A la hora de enfilar las conclusiones de esta intervención la primera dificultad estriba en conocer aquellos lugares comunes que, en nuestra opinión, falsean tanto la historia como la geografía como el presente de Marruecos. Muchos son los lugares comunes que no se corresponden con un análisis serio de los datos. Con el tiempo se han ido construyendo tantos tópicos que han cobrado cuerpo sólido, tantos falsos amigos que no es fácil encontrar el botón para desactivarlos. Esto nos lleva a afirmar que, fuera del ámbito académico especializado, hay un gran desconocimiento no sólo sobre el Marruecos actual sino también sobre su historia. La vertiente histórica es la línea de análisis que más juego ha dado a los autores. Muchos de ellos, no solo españoles sino también extranjeros, han puesto en duda tanto la existencia histórica de Marruecos (ente 2 político, cultural y social) como la unidad del Reino, sin tener en cuenta que muchos países, a los que hoy nadie negaría su identidad y unidad, han sufrido a lo largo de la historia rupturas de todo tipo (España, Gran Bretaña, Alemania e Italia, por citar sólo algunos). Lo mismo ha pasado con Marruecos. Esta ignorancia, olvido e intencionalidad en cuanto a los hechos históricos y geográficos ha originado muchos equívocos en la comunidad internacional. También la tendencia occidental a aplicar parámetros culturales, políticos o jurídicos propios a realidades muy diferentes conduce con frecuencia a esos equívocos. Marruecos es una nación soberana e independiente con doce siglos de historia y aunque la colonización ha ocupado un lugar importante en el país eso no ha comprometido su unidad ni su identidad alcanzándose la independencia de parte de su territorio en 1956 y recuperando más tarde todo el territorio nacional -en parte bajo dominio español (Tarfaya en 1958, Ifni en 1969 y el Sáhara en 1975)-.
Segunda.- Todo esto lleva a pensar que la disputa sobre el Sáhara es un “conflicto” artificial -y sólo existe en el escenario político internacionalya que para un simple analista la historia y la realidad son bien distintas. El Sáhara no es una colonia ni desde el punto de vista del territorio ni de la historia ni del derecho, al haber formado parte del territorio de Marruecos de una forma u otra a lo largo de la historia. Más arriba se mencionaban los numerosos tratados bilaterales firmados a lo largo de los siglos XVIII y XIX, incluso el XX, por el Reino o, yendo más lejos, los lazos de lealtad entre los soberanos de Marruecos y las tribus del sur cuya existencia fue reconocida por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya en 3 octubre de 1975. La disputa sobre el Sáhara occidental no es un conflicto de autodeterminación según ese viejo enfoque de que la autodeterminación es independencia sino un asunto complejo de un país que quiere completar su integridad territorial.
Tercera.- Marruecos –tras las experiencias constitucionales y legales de 1971 y 1997- ha realizado un gran esfuerzo para implantar un proceso de regionalización avanzada que cuenta actualmente con 12 regiones – incluidas las tres del Sur- y ha promovido la economía local, consolidado la cohesión social, luchado contra la pobreza e instaurado un nuevo modelo de desarrollo. Marruecos dio un paso importante en su Constitución de 2011 con la voluntad de crear un nuevo modelo regional, que recogiera la pluralidad y diversidad, dedicando por primera vez en su historia constitucional una parte a la región (Título IX) proclamando, además, en su art. 1.4 que la organización del reino es descentralizada y fundada sobre la regionalización avanzada. Desde 1971 hasta hoy, han pasado muchos años. Marruecos ya incluyó al territorio del Sáhara en disputa en sus primeras 7 regiones económicas, en las 16 de 1997 y en las12 de 2015. El hecho cierto es que el Reino de Marruecos está ejerciendo sus atribuciones sobre este territorio y si se conoce la realidad de este país – instituciones, territorio y población-nadie duda que sobre el territorio del Sahara siempre ha existido una soberanía marroquí, lo que lleva a afirmar que, jurídicamente, el Sáhara es marroquí.
Cuarta.- Pero Marruecos quiso ir más lejos en ese proceso de regionalización. La invitación hecha a las partes por el Consejo de Seguridad de la ONU para encontrar una solución política realista, pragmática y 4 duradera al asunto del Sáhara ha encontrado una respuesta constructiva por parte de Marruecos presentando en 2007 su plan de autonomía para el Sáhara. Se trata de una autonomía para el Sáhara bajo soberanía de Marruecos. Pienso, como algunos autores de referencia actuales, que la autodeterminación/independencia ha terminado su ciclo y no sirve para resolver el asunto del Sáhara (un contencioso territorial y tradicional) siendo el plan de autonomía que Marruecos ofrece la solución a este problema.
Quinta.- Simultáneamente al ejercicio de su soberanía sobre el territorio del Sáhara, Marruecos también ha desplegado una gran labor diplomática en todo el mundo. El apoyo en la escena internacional, por parte de observadores objetivos y muchos Estados, africanos y de otros continentes, no se ha hecho esperar, reconociendo el esfuerzo de Marruecos al plantear una autonomía para el Sáhara como la única vía para salir de esta controversia. En los últimos años, países como Estados Unidos, Francia y Alemania y, recientemente, el Gobierno de España, han otorgado legitimidad a la propuesta de autonomía de 2007.
Sexta.- En lo que afecta a España, el Presidente del Gobierno dirigió una carta a su Majestad el Rey Mohamed VI el 14 de marzo de 2022 transmitiendo algunas ideas para la nueva relación entre los Reinos de Marruecos y España (basada en la transparencia y comunicación permanente, el respeto mutuo y el respeto a los acuerdos firmados por ambas partes y la abstención de toda acción unilateral, tras considerar que ambos reinos estaban indisolublemente unidos por afectos, historia, geografía, intereses y amistad comunes) y en la que reconoce la 5 importancia que tiene la cuestión del Sáhara occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable y considera que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de ese diferendo. Posteriormente, el Presidente del Gobierno de España visitó a su Majestad el Rey de Marruecos, debatiendo ambos en profundidad sobre las relaciones bilaterales y adoptando una Declaración Conjunta, firmada el 7 de abril de 2022, sobre una nueva etapa del partenariado entre España y Marruecos en la que establecían una hoja de ruta duradera y ambiciosa. Entre los 16 elementos que comprende esta nueva hoja de ruta en el primero “España reconoce la importancia de la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos así como los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable. En ese sentido, España considera la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria realista y creíble para resolver este diferendo”.
Séptima.- Pero hay que decir que sobre el plan de autonomía para el Sáhara de 2007 abunda el mismo desconocimiento que sobre la historia y la actualidad de Marruecos mencionada más arriba y aunque es mucha la literatura científica son menos los escritos que argumentan la posición marroquí que los que la critican. Sobre este plan también se han pronunciado defensores y detractoressin conocer realmente su contenido. Las cosas, si se las observa en detalle, son algo más complicadas. Más vale una elaboración doctrinalmente solvente de este plan de autonomía que los aplausos y halagos que se les puedan dedicar, por mucho que nos gusten, sin una base seria. Más vale una base doctrinal científica que una 6 declaración política, pactista, sesgada, porque al final no hará honor a la verdad entera y suficientemente ni coincidirá con la realidad de las cosas.
Octava.- Cuando Marruecos emprendió en 2007 ese camino con el objeto de incluir en la Constitución la región autónoma del Sáhara como parte soberana del reino de Marruecos con una singularidad que la diferenciaba del resto de regiones, probablemente estaba dando un gran paso pensando en un posible modelo descentralizado asimétrico (concesión de una singularidad a una determinada región o territorio con el fin de poder darle equilibrio a su modelo y poder conjugar la diversidad sin tener que quebrar la unidad el país). Ese modelo asimétrico es conocido en el mundo occidental ya que poseería ciertos paralelismos con los modelos descentralizados asimétricos de Canadá, Bélgica, España o Italia, entre otros ejemplos. De acuerdo con esto, se puede afirmar que la iniciativa marroquí respeta los modelos comparados de descentralización territorial aunque estos no sean uniformes (reparto de competencias entre el Estado y la Región, recursos económicos suficientes, autogobierno y respeto a la unidad y soberanía del Estado). A ello se une una garantía adicional cual es la revisión constitucional y la inclusión de esta autonomía para la región del Sáhara en el corpus constitucional. Se trataría, pues, de un blindaje constitucional.
Novena.- Nada impide que Marruecos, aprovechando esta propuesta, pueda avanzar hacia la generalización en todo su territorio del modelo de descentralización que supondría la autonomía para la Región del Sáhara dando, una vez más, muestras de las variaciones que se pueden llevar a cabo en la composición territorial del poder. 7 Al fin y al cabo, el plan de autonomía para el Sáhara toma como ejemplo el Estado de las Autonomías de España. Ese plan puede servir, partiendo de las virtualidades positivas y prescindiendo de las debilidades e imperfecciones de nuestro sistema -así como de los múltiples tópicos que se reproducen en la doctrina comparada sobre el Estado autonómico español- para avanzar en una auténtica descentralización que aproxime el poder a los ciudadanos y subsane los déficits actuales. Todo ello sin olvidar que cada modelo comparado es una singular apuesta por un Estado compuesto, irrepetible e inexportable y, a veces, inexplicable para analistas y expertos extranjeros, y que Marruecos debe tener su modelo, el modelo que decida en ejercicio de su soberanía ya que la historia no debe ser un muro de contención. Décima.- La decisión soberana corresponde al Reino de Marruecos que puede decidir un estatuto jurídico distinto al actual (tres regiones) para el territorio del Sáhara adelantándose una vez más al estancamiento que supone encontrar una respuesta a esta controversia sobre el que las decisiones de facto presentan más ventajas que inconvenientes desde el punto de vista jurídico, en el plano humano y en el ámbito geopolítico.
Décimoprimera.- Actualmente el paisaje de las provincias del sur ha cambiado, experimentando un progreso económico y social serio y real como consecuencia del nuevo modelo de desarrollo. Este avance, al que se sumaría el nuevo Estatuto de Autonomía para la Región del Sáhara, puede servir indudablemente para abrir aún más la puerta a África, aprovechando la historia compartida y la interdependencia de siglos, para ofrecer una visión estratégica que contribuya a la construcción del edificio africano promoviendo la integración regional, luchando contra las desigualdades sociales y colaborando en la consecución de economías fuertes desde la 8 solidaridad y la responsabilidad. El futuro de África se trazará con una mano africana y Marruecos está en la vanguardia.
Por María Antonia Trujillo