“Mi Tánger tiene algo de aquel Tánger de los sesenta y principios de los setenta que yo visitaba muy a menudo”
Entrevistado por Abdelkhalak Najmi, Granada
Pregunta. ¿Desde cuándo y cómo surgió la idea de ambientar sus obras en Tánger?
Respuesta. No lo sé exactamente, pero sí puedo decirte que mis primeros libros se habían ambientado en Larache y pensé que era hora de cambiar de aires por un tiempo. Así que, al principio, decidí situar mi siguiente obra en Málaga. Sin embargo, por algún motivo, tal vez mi inconsciente hizo de las suyas y, mientras escribía, me vi de pronto en el puerto de Tánger y encontré en esa ciudad lo que estaba buscando para mi nueva historia. Luego, no pude evitar volver a ella en los siguientes libros.
P.¿Le ha sido fácil cultivar el género negro con su primera novela tangerina El libro de las palabras robadas?
R. No sé si la palabra es fácil, porque una novela negra bien escrita supone tiempo para ambientar la historia, para hallar buenos personajes, para dar con una trama atractiva. Digamos que me resultó difícil en cuanto a su estructura narrativa, pero me lo pasé realmente bien escribiéndola, la disfruté y creo que eso se nota en el resultado final.
P. ¿Cómo ha sido para usted combinar una historia en dos tiempos: pasado y presente?
R. Como te decía, lo más complicado de esta novela es su estructura temporal y espacial, y jugar con dos tiempos es parte fundamental de su esqueleto. Sin embargo, utilizar los tiempos en un párrafo, incluso en una misma frase, no me plantea excesivos problemas, y creo que funciona muy bien, da agilidad a la hora de narrar.
P. ¿Cuál es la obra de las tres le ha costado más escribirla?
R. Probablemente El libro de las palabras robadas. Pero tanto Malabata como La emperatriz de Tánger, son novelas muy trabajadas, a las que he dedicado muchas horas de revisión hasta dejarlas bien pulidas. Ahora pienso que cada una de estas novelas ha tenido un proceso particular y específico, quizá porque cada historia tiene sus propias necesidades.
P. ¿Por qué optó por este título El libro de las palabras robadas?
R. Tiene su motivo, y éste hay que encontrarlo en la novela, hay que leerla, y yo no voy a hacer “spoiler” de mi propia obra.
P. ¿Cómo aparece Tánger en esta novela?
R. De las tres obras que he dedicado a Tánger hasta ahora: La emperatriz de Tánger, Malabata y El libro de las palabras robadas, quizá esta última es la que menos páginas dedica a la ciudad. Pero, sin embargo, para mí, es la más tanyaui, porque mientras en las otras dos Tánger es un personaje más de la trama y todo se desarrolla allí cuando era una ciudad con un estatus especial, en El libro de las palabras robadas sólo aparece de manera intermitente, pero, sin embargo, es el Dorado que anhela el protagonista, su tabla de salvación, su destino, la razón de todo.
P. ¿Por qué en esta novela no figura ningún personaje tangerino?
R. Precisamente por lo que te decía antes. Primero, porque Tánger es una especie de sueño en el que el protagonista sabe que se esconde su felicidad y todos sus actos van encaminados a alcanzarla. Eso hace que la historia se mueva más alrededor de Tánger: en Málaga, en Tetuán… de ahí la casi ausencia de personajes tangerinos, aunque hay algunos, como Moses Shentov o Dalila Beniflah, inventados pero tangerinos.
P. ¿Por qué optó por titular su segundo libro tangerino La emperatriz de Tánger?
R. Originalmente tenía otro título bastante agresivo, y los amigos me sugirieron que lo cambiara. Finalmente, me pareció que podía resultar sugerente que el protagonista, Augusto Cobos, un escritor que trata de encontrar con ansiedad a una mujer imposible, fuera el autor de una novela que fuese además el título del libro, y como se refiere en algún instante a una de sus amantes como su emperatriz me pareció perfecto.
Te contaré una anécdota relacionada con el título de la novela: después de su publicación, a la traductora Rajae Boumediane le fascinó tanto La emperatriz de Tánger que, desde entonces, Rajae es para mí la Reina del Boulevard y yo soy para ella el Rey de la palabra.
P. En su segunda obra sí que aparece un personaje tangerino marroquí, el inspector Barrada. ¿Por qué en esta novela sí y cómo es?
R. Pues porque se desarrolla íntegramente en Tánger y, por tanto, han de aparecer personajes tangerinos de manera ineludible. El inspector Barrada es un personaje que, aunque no es el protagonista, es muy importante para mí. Lo creé sabiendo que en los años en los que se desarrolla la historia, era casi imposible que hubiese un inspector de origen marroquí, dado que eran varios países europeos los que gestionaban la seguridad de la ciudad internacional, pero estoy cansado de que en la mayoría de las novelas ambientadas en Marruecos y escritas por españoles o por autores de otras latitudes, el marroquí casi siempre sea el personaje oscuro, el “malo de la película” o tenga alguna característica negativa. Yo quería que el inspector fuese marroquí para homenajear a los tangerinos de origen marroquí, y porque deseaba que fuese un personaje positivo, quizá el más honesto de todos los que aparecen en esta historia, y por eso lo convertí en un policía que además ama la poesía. Probablemente es un anticipo del protagonista de Malabata, Amin Hourani.
P. ¿Es parecida La vida de Augusto Cobos a la de la ciudad de Tánger?
R. Hay un aspecto que quería destacar en la novela: Tánger como coprotagonista. Y en ese aspecto, sí que hay una estrecha relación entre ambos. No sé si sus vidas son parecidas, pero sí que van en paralelo. La decadencia moral y física que sufre Augusto Cobos y a la que asistimos mientras avanza la historia, es también el declive del esplendor de la ciudad, y probablemente sí que vayan de la mano.
P. Se nota en su obra que hay una mezcla de personajes ficticios y otros reales. ¿A qué se debe esta mezcla?
R. Eso es un simple instrumento literario que la mayor parte de los autores utilizamos cuando la historia la enclavas en un lugar concreto y una época determinada: usas locales y edificios reconocibles de ese instante, y utilizas también a personajes que habitaron la ciudad en ese preciso momento de la Historia para enmarcar el tiempo, para situar al lector.
P. ¿Ha conseguido usted en esta obra transmitir al lector su fascinación por esta ciudad de niño?
R. Hay un problema temporal. Mis novelas La emperatriz de Tánger y Malabata se ambientan en los años cuarenta y cincuenta, y yo nací más tarde, de manera que no conocí esa época. Mi Tánger tiene algo de aquel Tánger de los sesenta y principios de los setenta que yo visitaba muy a menudo cuando mi familia y yo íbamos los fines de semana desde Larache, pero sólo algunos detalles, el resto es de mi invención, aunque con los pies en la tierra. Hay un Tánger real y otro imaginario que se conjugan y se funden.
P. ¿Es una obra homenaje a los escritores y artistas de aquel Tánger internacional?
R. No, en absoluto. Ellos sólo deambulan por mis novelas de manera tangencial. No me interesan como protagonistas porque están ya muy explotados. En el 90% de las novelas ambientas en Tánger los Bowles, Capote, Greenberg, Chukri, etc, etc.… siempre están por medio, copando parte de la historia, oscureciendo al resto de personajes. Yo solo los uso como elementos “decorativos”. Me atraen más mis personajes de ficción: Augusto Cobos, Elio Vázquez, Amin Hourani, la bailarina…
P. ¿Cuál es el género literario de su novela Malabata?
R. Novela negra, pura y dura. La más “noir” de todas.
P. ¿Cuál es el tema principal?
R. En todas mis novelas hay una diversidad de temas. Hay un “MacGufin” evidente: un libro que es importante para varias personas y por distintos motivos. Pero mientras Amin Hourani se mueve por la narración como un hombre que vive herido por haber perdido a la mujer que amaba y se refugia en su trabajo como policía, el resto de los personajes tienen otros motivos para actuar. Hay mucho de cine negro en esta historia. Pero en esta novela trato asuntos que me interesan: el desarraigo, la desesperanza, la tierra perdida y recobrada, el regreso a la tierra amada, la venganza, la traición, la soledad, la amistad, el amor…
P. ¿Ha publicado tres novelas ambientadas en Tánger ¿Podemos hablar de una trilogía tangerina? Y ¿Por qué?
R. Sí, me gusta incluso decir que es una trilogía porque el nexo común es Tánger. Pero son novelas independientes que, a veces, se hacen un guiño en alguna página.
P. ¿Cree usted que Tánger es una ciudad literaria?
R. Muy literaria. Te recomiendo tres títulos para demostrarlo: El libro de las palabras robadas, La emperatriz de Tánger y Malabata. Si no lo fuese, no habrían nacido estas novelas.
P. ¿Cuáles son los autores que cree usted han colaborado en el boom literario de Tánger?
R. No lo sé. Creo que todo ha ocurrido de manera accidental, que se iba pergeñando esta eclosión actual. Hemos coincidido varios autores en estos años, pero todo viene de Bowles, Chirbes, Buenaventura y Chukri.Es una opinión muy personal, pero es lo que creo. De ese boom del que hablas, habría mucho que discutir porque se están incluyendo títulos que, aunque ambientados en Tánger, nada tienen que ver con ella.
P. ¿Qué está escribiendo el escritor Sergio Barce ahora?
R- Dentro de muy pocos días saldrá a la venta mi nuevo libro: Una puerta pintada de azul. Es una recopilación de varios relatos ambientados todos ellos en Larache. Necesitaba volver a escribir de mi pueblo. Pero ya estoy con otra novela de la que aún no puedo adelantarte nada. Escribiendo, sí, siempre escribiendo.
Biografía
Sergio Barce Gallardo, 1961. Autor larachense y malagueño, en sus obras hay una presencia profunda y permanente de Marruecos, donde pasó toda su infancia.
Desde la Universidad, se vinculó a grupos de narrativa que, finalmente, pasaron a agruparse en el Taller dirigido por el dramaturgo Miguel Romero Esteo.
Es autor de las siguientes novelas:
-En el jardín de las Hespérides (Aljaima, 2000)
-Sombras en sepia (Editorial Pre-Textos, 2006) con la que obtuvo el Primer Premio de Novela Tres Culturas de Murcia de 2006. El jurado de este premio estuvo integrado por Luís Mateo Díez, Jon Juaristi, Pedro García Montalvo, Clara Janés y Manuel Borrás.
-Una sirena se ahogó en Larache (Círculo Rojo, 2011) con la que resultó finalista del XVIII Premio de la Crítica de Novela de Andalucía 2012.
-El libro de las palabras robadas (Círculo Rojo, 2013)
-La emperatriz de Tánger (Ediciones del Genal, 2015) obra finalista del Premio de Novela Vargas Llosa 2012 y que también resultó finalista del XXII Premio de la Crítica de Andalucía.
–El libro de las palabras robadas (Ediciones del Genal, 2016).
-El laberinto de Max (Mitad Doble Ediciones & Ediciones del Genal, 2018)
-Malabata (Ediciones del Genal, 2019). Novela con la que cierra su trilogía tangerina que integran este título junto a La emperatriz de Tánger y El libro de las palabras robadas.
Y de los libros de relatos:
-Últimas noticias de Larache y otros cuentos (Aljaima, 2004)
-Paseando por el Zoco Chico. Larachensemente (Jam Ediciones & Generación BiblioCafé, 2014)
-Paseando por el Zoco Chico. Larachensemente (Ediciones del Genal, 2015)
-Una puerta pintada de azul (Ediciones del Genal, 2020)
Otros relatos y cuentos aparecen en varios libros colectivos.